Cuando te vi por primera vez
Mis ojos apreciaron tu ternura
Fue un vínculo que se generó para siempre.
Que buena que eres.
Con tus cuidados abnegados
Acunas mi alma inquieta
Con abrigado calorcito de mamá
Incondicional
De divina amiga
Esbelta sonrisa,
Las cualidades desbordantes
Que miré con aquellos ojos grandes
Al nacer.
Tu ceño alegre, siempre
Y ante toda adversidad
La mirada atenta
Tu pronta respuesta
Ante toda necesidad.
Que delicia que es mami, quererte
Y que compartamos nuestra vida
Cada instante, cada momento.
Que amena compañía
Que dulce despertar
Y gozar otro día la
Inmensidad que llevas
en lo profundo de tí.
Dios nos proteje,
Con una familia cercana que por nosotros vela
y acompaña desde el cielo,
o tal vez inimaginablemente nos rodea.
No hemos de temer
Por siempre nuestras almas
estarán próximas, tanto en la vida,
tanto en la eternidad.
Daniel Bonfi
Bendiciones, Bendíceme, Bendícenos. Amén.
En el nombre del Padre. Amén.
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