sábado, 28 de septiembre de 2024

Ternura

 Cuando te vi por primera vez

Mis ojos apreciaron tu ternura

Fue un vínculo que se generó para siempre.

Que buena que eres.

Con tus cuidados abnegados

Acunas mi alma inquieta

Con abrigado calorcito de mamá

Incondicional

De divina amiga

Esbelta sonrisa,

Las cualidades desbordantes

Que miré con aquellos ojos grandes

Al nacer.

Tu ceño alegre, siempre

Y ante toda adversidad

La mirada atenta

Tu pronta respuesta

Ante toda necesidad.

Que delicia que es mami, quererte

Y que compartamos nuestra vida

Cada instante, cada momento.

Que amena compañía

Que dulce despertar

Y gozar otro día la

Inmensidad que llevas

en lo profundo de tí.

Dios nos proteje,

Con una familia cercana que por nosotros vela

y acompaña desde el cielo,

o tal vez inimaginablemente nos rodea.

No hemos de temer

Por siempre nuestras almas

estarán próximas, tanto en la vida,

tanto en la eternidad.


Daniel Bonfi


Bendiciones, Bendíceme, Bendícenos. Amén.

En el nombre del Padre. Amén.


miércoles, 24 de julio de 2024

Un gatito llamado Rayita

Un gatito llamado Rayita

 

En el patio de mi casa, lleno de arbustos y plantas vive un gatito blanco con rayitas anaranjadas y me divierto viéndolo tomar agua en dos recipientes que le pongo en el patio al lado de la vegetación.

Rayita y yo conversamos mucho. Yo voy a merendar a la mesa del patio y el se sienta al lado en el banco de la mesa de piedra y yo le hablo y le cuento lo que me gusta hacer. El se arrima ronroneando y yo le acaricio su cabeza pequeña.

Rayita es cachorro todavía y muy juguetón. Tanto que a la medianoche desovillaba un ovillo de lana roja, lo ataba de un extremo a la silla y el otro lo llevaba en su pequeña boca al techo para maniatar ratones y prohibirles que entren en su territorio. Lo dejaba atado toda la noche y al amanecer lo soltaba echándolo de su techo.

También, Rayita era muy quisquilloso a la hora de la siesta y si no lo invitaba a acostarse en mi cama se enojaba mucho y me mostraba sus uñas.

De todas formas siempre gozamos de tiempo juntos.

FIN.

 

Daniel Bonfi

 

Bendiciones, bendíceme, bendícenos. Amén.

En el nombre del Padre. Amén.


viernes, 21 de junio de 2024

De cobayos y aventuras

 

Cobayitos solo hay dos. La mini historia de Enrico y Laulo.

Había una vez en una casa muy feliz dos cobayos ilustrados, que vivían cuidándose  entre ellos. En la casa tenían su cucha dónde era muy placentero dormir, por lo acolchado y por lo calentito en invierno.

El dueño de casa les proveía un tallarín crudo a cada uno, cada dos días y también agua todos los días..

Era muy gracioso y tierno ver tomar el fideo en sus manitas mientras lo roían.

Un día se distrajo el dueño de casa y salieron a la vereda y coriendo para que no los alcanzara un gato callejero, se metieron adentro de la casa de un vecino.

Después de vivir suculentas aventuras explorando casas de vecinos, los cobayos regresaron a su casita feliz que también llamaban la casa del fideo tallarín.

Y tallarín,  tallarín, este cuento ha terminado.


Daniel Bonfi


Bendiciones, Bendíceme, Bendícenos. Amén.

En el nombre del Padre. Amén.