Bajo la sombra de la galería que comenzaba en las Columnas de Hércules estaba el Gran Portal que conduce a la Atlántida, Después de caminar cincuenta metros, Kurten y Krilea, llegaron a la puerta de madera.
Ellos, adentro, donde había escritorios y papiros, se dieron la mano, se abrazaron, lloraron, y aliviados recordaron: Somos Vampirer, Krilea. Te amo. Y yo también Kurten, te amo.
El Rey ha vuelto, sonó en el aire. Vive, Kurten, vive; dijo la voz de Dios.
FIN
Continuará en Kurten 2 - REY KURTEN -
DANIEL BONFI
Bendiciones, bendíceme, bendícenos, Amén.
En el nombre del Padre. Amén. Amén.
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