Me reservo todos los derechos C R y T.M.
Krilea estaba casi inerte. No estaba en el Golfo de Alcántara. Estaba como en un golfo pero había como un techo de piedra y una escasa lengueta de arena.
Lo llamó el Golfo de Krilea y con desesperación trata de sentir a Kurten.
Por su parte, en la terminal de Alcántara, él se puso inseguro y al rato, ya casi desesperado, porque no podía escuchar a krilea.
Daniel Bonfi
DNI 21.898.454
BENDICIONES BENDÍCEME BENDÍCENOS, AMÉN.
EN EL NOMBRE DEL PADRE. AMÉN.
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