Driblin iba trotando y suelto con Fernando que venía
caminando tras él.
Fernando llevaba al perrito a una plaza. El pichicho se
ponía loco de contento correteando entre niños y dónde también se curaba con
algunos yuyitos del lugar.
En eso apareció Lorena con un “imponente” Caniche Mini Toy
que le habían dejado unos amigos para cuidar mientras se iban de vacaciones.
El perro de Fernando es un Beagle. Los dos cachorros se
pusieron a correr y jugar sobre el parejo césped de la plaza.
En su casa Driblin, le contaba Fernando a Lorena, que le
gustaba dormir en su cucha acolchada y cómoda. Decía que algunas veces hasta
dormía boca arriba como si fuera humano. Algo como que le faltaba hablar nada
más.
“Driblin es un perro fiel y activo. Lo llevo a caminar todos
los días por algún espacio verde de la ciudad.” Contaba Fernando orgulloso.
Cuando las mascotas se cansaron de jugar, fueron con sus
dueños a terminar la tarde con una fiesta de bocaditos para perros. También le
dieron agua en un platito que cada´ uno llevó con ese fin. Vertieron el agua de
una botella en los recipientes y los perritos se sacaron las ganas de tomar
agua.
Luego, mientras dormían las mascotas, Fernando y Lorena
se pusieron a jugar a la generala hasta que descansaran los perritos.